Nació como una idea vaga, entre tantas que se tiran para buscar una solución, pero de a poco fue cobrando fuerza y se transformó en una gran movida solidaria que ayer terminó congregando a una multitud en Lawn Tennis. Miles de personas asistieron a la “Caldera del Parque” para hacer su aporte a una comunión de voluntades que tuvo un solo objetivo: recaudar fondos para ayudar a José “Chuchu” Basile, jugador de Coipú (Famaillá) que sufrió una lesión y será trasladado a Buenos Aires para llevar a cabo su rehabilitación en una clínica especializada.

El amistoso entre Promesas M17 y luego el de Old Virgins-Lawn Tennis Classics fueron preliminares del encuentro principal, entre classics de los Pumas y los “naranjas”. Los equipos ingresaron juntos a la cancha, seguidos de los Pumas del 65, quienes recibieron una distinción de la URT por los 50 años de la gesta en Sudáfrica que le dio nombre al seleccionado nacional.

“No quiero ofender a nadie de otro lugar, pero creo que solo en Tucumán podía organizarse algo así”, destacó José Luis Imhoff, integrante de aquélla camada histórica.

Aunque el triunfo de los “naranjas” sobre los Pumas (52-38) fue meramente anecdótico, se jugó como si fuera por los puntos, con mucho ritmo y rigor físico.

“Sí, estuvo bastante duro. La idea era que fuera tranqui, pero como le hicimos dos tries de entrada, se pusieron duros los muchachos, ja ja. Lo principal era ayudar a ‘Chuchu’, pero siempre es lindo jugar con los chicos”, opinó Álvaro López González, wing de Tucumán Classic. “Lo mejor de esto es que todos pudimos colaborar y al mismo tiempo disfrutar de esta movida. Se sumó muchísima gente y todos aportaron lo que pudieron. Creo que todos tomaron consciencia de que, si bien este infortunio le tocó a José, le podría haber tocado a cualquiera”, resaltó Álvaro Galindo, de los “naranjas”.

“Es muy gratificante volver a las canchas y con un motivo tan importante como el de ser solidarios. Esto se viene organizando desde hace tiempo: las rifas, los stands, el tercer tiempo, las adhesiones, etcétera. Por suerte, salió todo muy lindo”, elogió a su vez Facundo Rodríguez Prados, medio scrum de Tucumán.

Sin contar la venta de indumentaria y la rifa de camisetas de Nicolás Sánchez y Felipe Contepomi, las urnas recaudaron $ 39.450.

Los gestos de solidaridad continuaron en la subasta que se realizó durante el tercer tiempo, en el hotel Catalinas Park. Los botines de Contepomi fueron vendidos por $ 3.500, pero el comprador volvió a donarlos y luego el golfista Andrés Romero los adquirió por $ 4.000. Un putter del propio “Pigu” se remató por $ 4.000. Un grupo de Natación compró la camiseta del ex Puma Ignacio Fernández Lobbe a $ 2.500, la volvió a donar y luego la recibió como regalo de quien la adquirió después por $ 3.000. También se remató una camiseta argentina firmada por las Leonas ($ 1.400) y una de River firmada por Fernando Cavenaghi, Rodrigo Mora y Leonardo Ponzio ($ 2.000), entre muchos otros artículos, hasta un total cercano a los $ 100.000.

El espíritu del rugby, una vez más, dijo presente.